domingo, 8 de marzo de 2009

Nos dejó Fernando Marcet Salazar




Notas de pesar:

Don Fernando Marcet Salazar fue colaborador por el Perú, los últimos años, de un importante medio Web de considerable difusión en materia de tauromaquia, Opinión y Toros.

Aquí la elocuente y sentida nota del su Director, el señor Antolín Castro:

http://www.opinionytoros.com/opinionytoros.php?Id=3120&Colab=1

Me permito agregar:


Veníale la afición desde muy temprano cuando de la mano de su señor padre, don Francisco Marcet Pi, catalán de padre y madre como se puede ver de sus apellidos, afincado finalmente en el Perú, asistía rigurosa, invariable e infaltable a la plaza de Acho, aquel viejo coso con descomunal diámetro, antes del recorte del redondel que se le practicó (en 1947, si mal no recuerdo) para dotarlo de mayor capacidad: desaparecieron entonces los cuartuchos con ventanas o troneras que le daban vuelta -que no sólo servían para ver toros- donde los abonados aficionados y sus invitados, con mesa y bebida a su alcance, espectaban a salvo directamente al ruedo; se le había retirado también el antiguo templador o burladero que se levantaba al centro (no había piernas para alcanzar los lejanos burladeros de las tablas y por ello se colocó al centro uno para el consecuente socorro. Ahora, con el diametro más corto no hacía falta)

Por entonces tampoco existía la Feria del Señor de los Milagros, que se da en octubre, gestada por don Manuel Solari Swayne, señó Manué y se corrían toros durante el verano.

- Recuerdo, me decía, que mi padre me llevaba a la plaza y todos aquellos niños que pasábamos por debajo de los barrotes de una barra circular, que admitía de uno a uno a los espectadores, entrábamos sin pagar. Lo expresaba con emoción.

Las veces, y no fueron pocas aquellas que asistimos juntos a ver corridas, armado de un pequeño cuaderno de notas y un lápiz, de pronto hacía rápidos apuntes. Jamás le escuché, contagiado del entusiasmo, el clásico e incontrolado ¡Oléee…¡
Murmuraba algún comentario y anotaba.

Si por allí algún vecino profería algún desafuero le corregía… Tocado con un enorme sombrero de paja tomado de un tío materno en Ferreñafe, con la cenefa adornada con monedas de plata, aquel arquitecto de profesión se transformaba en una especie de chalán de a pie.

Al día siguiente una nota en los medios o en la Web, así año tras año.

¡Pero, cuidado se produjera una nota periodística alabando o magnificando una corrida con mal encierro, o ganadero que protegido por los escribas (los sobrecogedores) decía de los toros algo que no era correcto; o torero que no se había mostrado como matador, o empresario que modificaba o entrababa la tradición, o la mismísima Beneficencia Pública de Lima con algún absurdo contrato!… Fernando, les salía al encuentro con muletazos de castigo.

Si no recordaré cuantos encontronazos y entuertos se conseguía sin la menor dificultad…

- Compadre, me dijo algún día - ¿Sabes de reglamentación por la que sea posible colocar carteles, avisos, azulejos, bustos; etc., etc. en la plaza de Acho con tanta liberalidad?. Parece que es posible pues nadie se opone, agregó. Están ensuciando la plaza. Según eso se está levantando la estatua de fulano de tal (No necesariamente célebre para semejante memorativa) y se está a punto de inaugurarlo del lado del Museo Taurino por los patios de sombra. Tengo que hacer algo, es necesario parar esto:

Los responsables tratando de ser inteligentes, con marcado rubor actuaron y lo que inicialmente debería haber sido una formalísima y bien lograda estatua del cuestionado matador, quedó recortada hasta dos tercios de su estatura... Nuevo ataque. Finalmente, entre asustados y tolerantes la dejaron en busto.

-Hoy es la develación del busto, me voy a la plaza; no me han invitado, pero iré con una comba de a kilo (pesado martillo para partir) … ¡Tengo que hacer algo!

Esa misma tarde, sonó el teléfono de mi oficina: Lucho, por favor ven a la comisaría, Fernando está detenido… la voz de mi afligida comadre Angélica, la dignísima dama y abnegada compañera de Fernando…

En otra ocasión, m
ientras apurábamos alguna copa (no hay pisco malo apuntaba):

-¿Qué opinas: en la suerte de varas, el picador debe herir únicamente con el diamante o hasta la cruceta, encordelado y todo?

Un par de horas de sustento histórico y maduras razones por las cuales lo correcto serían las normas impuestas por el duque de Veragua en el S. XVIII… con algunas enmiendas, desde luego.

Pero los antecedentes eran ya remotos: Deseoso de ir en busca de historia, algún domingo de las épocas escolares, me acompañaba entre absorto y crítico por los conventos de Lima y por los techos y campanarios de las principales iglesias.

Gustaba que le contase una que otra historia que representaba algún misterioso interés de esta vieja ciudad que le vio nacer.

Bien, imposible no rememorar alguno que otro detalle los días que pasé en largas tertulias, desde pintura y música clásica hasta el arte de las suertes toreras; o por qué no redactando un escrito de corte legal, con este compadre por doble partida (ambos nos dedicamos los primogénitos), viejo defensor testarudo y sin doblez que ha dejado una huella imborrable dentro del círculo de amigos taurinos del Perú y el exterior a quien tuve el honor de conocer y tratar.

Cincuenta y ocho años de amistad no son para menos.

Hoy, mientras un rumor de quemadores venía del corazón del crematorio meditaba, a la par que observaba las colinas de Lurín, los misterios de este acto por el cual el fuego reduce el cuerpo mientras se agranda la memoria, la memoria que me viene de los felices días con mi viejo condiscípulo y camarada ahora en otra dimensión.


Ha dejado dispuesto que sus cenizas sean esparcidas en el ruedo de Acho.

Lima, sábado 7 de marzo del año 2009.

Luis Siabala Valer



Foto de la cabecera: Fernando Marcet, por don Miguel Ángel Delgado V.
Patio de los tendidos de sombra en Acho.

Tomada de Tauromaquias

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacia pocas semanas que nos habia acompanado a disfrutar un cebiche en el acostumbrado lugar de reunion de la promocion AU55, el restaurant "La Buena Muerte", lo vi muy repuesto y animoso, pese a que todavia convalescia de su ultima intervencion quirurgica. Llego a las finales, junto con su linda esposa, y viendonos tan alegres se animo tambien a tomarse una cerveza. Que lejos estabamos de imaginar los momentos estos cuando ya lo tenemos ausente. Fernando fue un referente de caballerosidad, bonhomia y pasion para todos quienes lo conocimos desde las aulas ugartinas. Era nuestro brigadier, generoso y a la vez exigente con quienes nos dejabamos ganar por la travesura. Se ha ido y lo extranaremos siempre, pero no lo olvidaremos. A su esposa, hijos, familiares, companeros ugartinos y sus otros amigos, les extiendo mi sincera condolencia y pesar por su aun temprana desaparicion.
Jorge Bejar Aybar,
Los Angeles, USA

Anónimo dijo...

Hola Lucho,
Quien diría que ese mércoles 25 de febrero cuando llamé a casa y también tuve la oportunidad de hablar contigo, sería la última vez que escucharía su voz.... Me alegró mucho saber que alli estabas como en otras muchas ocaciones compartiendo con él..... como siempre lo han sabido hacer aunque no necesariamente estuviesen de acuerdo.....
Déjame decierte que en ese momento pensé debe sentirse bastante mejor que alli está con Lucho conversando de algo importante, ahora entiendo que probablemente, quizo despedirse de ti. Por que segun me lo mencionó hacia mucho no se veían.
Probablemente esa era su intención aunque nadie lo supo, igual que lo fue haciendo con cada uno de nosotros.
Acabo de leer la remembranza con cuidado, agradezco tus palabras cariñosas y pegadas a la verdad, lo conocías bien, no en vano tantos años de amistad.
Gracias padrino, te quiero mucho,
Pety

Anónimo dijo...

Gracias por todo. Lo hemos incluido en nuestras Notas. Todo es poco por el amigo Fernando.
Saludos
Antolín Castro

Anónimo dijo...

EXCELENTE ORACION CIVICA Y LAICA ...TE FELICITO HERMANO..DESDE EL MAS ALLA FERNANDO NOS ILUMINARA CON SU AMPLIA Y ACHINADA SONRISA RAFAEL

Anónimo dijo...

Mi hermanón Lucho:

Tu compadre Fernando Marcet, al enterarse de los sentimientos que expresas en tu buen artículo, estará sintiéndose muy halagado por que así cosecha los frutos de una generosa y duradera amistad, que en su vida supo edificar en personas como tú.

Me he permitido decir “estará halagado” para concordar con el título de tu evocador artículo: Cuando los amigos parten, el que nos sugiere que los amigos no mueren. Si no mueren, Allá en su nuevo mundo, ¿conservarán los mismos vínculos de afecto hacia los que quedamos?, ¿qué relación existe entre el mundo de los idos y el de los que nos quedamos?

Las interrogantes arriba planteadas, por supuesto que no son improvisadas por esta oportunidad, sino que el título de tu buen artículo “… los amigos parten” me hizo recordar algunos conceptos muy interesantes que leí en la novela El Hablador de Mario Vargas Llosa,

En la selva de Cuzco y Madre de Dios dice Vargas Llosa en la novela aludida, hay una tribu que como otras, hasta hace poco (la novela es de la década de 80), había permanecido sin contacto con pueblos urbanos, son los Machiguengas, la tribu de los hombres que caminan, la de los hombres que no mueren.

Esta tribu concibe a la muerte de una manera muy diferente a la nuestra. Tal como nosotros creemos, para ellos también existe el espíritu, pero allí nadie muere, tan solo se van, (Como dices, “parten”). Para mayor claridad a continuación transcribo algunas frases de la novela que se refieren al concepto machiguenga de la muerte:

Los que se iban, volvían, metiéndose en el espíritu de los mejores. Así nadie solía morir […] La muerte no era la muerte. Era irse y regresar. En lugar de debilitarlos los robustecía, sumando a los que se quedaban la sabiduría y la fuerza de los idos. "Somos y seremos, decía Tasurinchi. Parece que no vamos a morir. Los que se van, han vuelto. Están aquí. Son nosotros".

¿Recuerdas al cantor español de nuestros días Juan Legido, conocido como el Gitano Señorón? En uno de mis antiguos discos Long Play, él canta “Manolo Cruz”, una canción típica de aquellas tierras referida a un torero; tuve la inten-ción de adjuntarla al presente mensaje, pero Hotmail no acepta el formato, es necesario codificarlo primero con alguna de las variantes de MP3. Si deseas te lo enviaré en los próximos días.

Lucho, aunque si bien el deceso de tu compadre es una noticia triste, me satisface que sigamos en contacto, yo sentía que ya era dilatado el tiempo que no nos comunicábamos.

Mi cariñoso abrazo para todos Uds.

Carlos

Anónimo dijo...

Dr. Siabala:
Mi más sincero pésame por la partida de su compadre y amigo Fernando Marcel. Quisiera pensar como machiguenga y decir: Volverá

Luis Adolfo Siabala dijo...

La lucha ha cesado. La tarde en Acho ha dejado intonso y lacrado un apunte sobre faena y tarde que pintan a un concurrente entusiasta, levantando la voz más allá de las sombras de Ingunza. (¿Acaso la efigie que la corona se está inclinando en duelo?, ¿qué busca?)
Mi padrino Fernando Marcet, entusiasta taurómano, se ha ido para que el aficionado imagine el tercio faltante, como lo hiciera Toscanini al anunciar, durante el inconcluso acto de Turandot, la partida del Maestro.
Las crónicas y los gratísimos recuerdos nos quedan. Son recogidas por estupendas anécdotas -como aquella del busto y comba -narrada por uno de sus mejores amigos.
Nos mantendrán en la nostalgia y el recuerdo filial.

Requiescat in pace!

DORELLY dijo...

Gracias Fernando porque estuviste entre nosotros. Tu vida fisica se ha detenido en nuestro planeta pero sigues activo en la vida espiritual en esa otra dimensión a la que llamamos "el más allá". Hasta ahora Faritah, la "chinita" nos dice: "parece mentira que ya no lo vamos a ver nunca más en este mundo al tío Fernando".
Tu entusiasmo y conocimiento taurino ha quedado marcado para siempre con tu propio sello en la Plaza de Acho.